La República de Filipinas es un país recientemente industrializado, cuya economía ha continuado en constante crecimiento desde su independencia en 1946. El país presenta una interesante mezcla de influencias no solo de sus vecinos asiáticos, sino también de España (fue colonia), México y Estados Unidos, trayendo consigo una fuerte presencia católica.

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Filipinas es rico en recursos naturales y se encuentra en una de las zonas con mayor biodiversidad del mundo. Tras implementar una serie de reformas económicas a inicios del siglo XXI, el sector servicios desplazó a la agricultura como su principal actividad económica. Hoy, Filipinas es uno de los grandes exportadores de productos electrónicos, además de ser un ícono del business process outsourcing a nivel mundial gracias al alto nivel de inglés de sus habitantes.

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En términos sociales, Filipinas presenta valores típicos del resto de la región como el colectivismo asiático y la aversión a “perder cara” (losing face); pero estos existen en paralelo con un fuerte concepto de dignidad y orgullo individual más típico de países Centro y Sudamericanos. La sociedad tiende a organizarse de manera jerárquica similar al resto del continente, pero con un acercamiento más distendido a las relaciones interpersonales que el de sus contrapartes asiáticas más tradicionales.

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Un dato curioso: Cuando vayas a Filipinas, no te sorprendas si te ofrecen una empanada, pero recomendamos que lleves tu propio tinto.